Es posible que alguna vez hayáis visto a alguien, o incluso usted, sufrir un fuerte dolor de cabeza que limita el día a día y en el que cuesta incluso abrir los ojos. Esto puede tratarse de una migraña.
¿Qué es una migraña y qué tipos existen?
Se denomina migraña a un tipo de dolor de cabeza que se manifiesta con un dolor de cabeza intenso, en la mayoría de casos pulsátil.
Existen dos tipos principales de migraña, la clásica (con aura) y la común (sin aura). El aura es un grupo de síntomas neurológicos y su aparición suele ser un indicativo de un episodio de migraña, aunque no siempre lo es.
Este tipo de dolor de cabeza suele manifestarse por primera vez entre los 10 y los 45 años, pero pueden aparecer antes o después de esas edades. En ocasiones son hereditarias (se tiene predisposición por los genes a sufrirla), y se presentan en mayor medida en las mujeres.
Causas y factores de riesgo de la migraña
Aunque se cree que la migraña puede estar relacionada por cambios en la química cerebral, involucrando también las vías nerviosas, su fisiopatología aún no es clara.
Los ataques pueden desencadenarse por estos factores:
- Bebidas, alimentos y sustancias como el alcohol, el café, el queso, el chocolate, el glutamato, los lácteos, algunas frutas, las cebollas, los embutidos y los frutos secos.
- Patrones de sueño irregulares.
- Cambios hormonales.
- Estrés, ansiedad y otros problemas emocionales.
- Deshidratación.
- Factores ambientales, como luces intensas, humo, olores fuertes, ruido.
- Ejercicio o esfuerzo físico.
Síntomas y efectos de la migraña
Mientras que la migraña común, o sin aura, genera un dolor palpitante en un lado de la cabeza, la migraña con aura puede generar la siguiente sintomatología:
- Dolor sordo, pulsátil, que palpita o late con violencia, es peor a un lado de la cabeza, con dolor por detrás del ojo o en la parte posterior de la cabeza o el cuello. Empeora con el movimiento.
- Escalofríos.
- Aumento de la micción.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas y/o vómitos.
- Hipersensibilidad sensorial (al ruido, olor o luz).
- Sudoración.
- Cambios en la visión (tener un punto de ceguera temporal, ver manchas de color, visión borrosa, ver estrellas, líneas de zigzag o luces destellantes, visión de túnel).
- Dolor en el ojo.
- Mareo.
- Debilidad.
- Entumecimiento y hormigueos.
Después de estos síntomas pueden aparecer problemas como bostezo recurrente, problemas de concentración, embotamiento, o dificultad para hablar.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la migraña se inicia con una anamnesis y una exploración física. Aunque no existe ningún examen específico para comprobar que se trata de este problema, en la mayoría de casos se solicitan pruebas como la tomografía computarizada cerebral o una resonancia magnética.
En lo referente al tratamiento, el objetivo es aliviar los síntomas y prevenir nuevos brotes. Para ello es importante tener en cuenta posibles desencadenantes y mantener buenos hábitos de alimentación, sueño y control del estrés, además de tomar fármacos.